Desgraciadamente, el invierno es época de fiebres y resfriados. Poco se puede hacer contra ellos, y los remedios caseros típicos de nuestras abuelas suelen resultar bastante más efectivos que los medicamentos que compramos en la farmacia, y además, bastante más baratos.
Así que, si sufrimos síntomas como dolor de garganta y tos, en lugar de comprar caramelos o pastillas para la garganta, resulta más conveniente tomar una leche caliente con miel, que como dicen las abuelas, es mano de santo. Aunque los expertos dicen que es mejor mezclar la miel con agua, porque la leche produce mucosidad.
Y si tenemos congestión nasal, en lugar de adquirir un spray nasal (cuya eficacia dista mucho de ser tan buena como la que anuncian por la televisión), seguro que conseguimos suavizarla realizando vahos con eucalipto (poniendo la cabeza tapada con una toalla encima de una cazuela de agua hirviendo con algunos eucaliptos dentro). Los eucaliptos se pueden recolectar en algún bosque o parque cercano.
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También es recomendable tomar vitamina C: zumos de naranja o unos kiwis para desayunar nos darán la vitamina que necesitamos sin recurrir a complementos comprados en la farmacia.
El otro remedio de toda la vida (y que suelen recomendar los médicos), es reposo, quedarnos en casa debajo de una manta. Aunque éste suele resultar bastante más complicado de seguir.
Imagen | Sole Olveira En Ahorro Diario | No ahorres en salud, gana en vida En Directo al paladar | Sobre la miel