Nos pasamos la vida intentando ser un poco más ahorrativos y cuando menos nos damos cuenta pueden surgir inconvenientes que dan al traste todo lo conseguido, una plancha que por un minuto nos mancha la ropa (sin llegar a ser quemadura), un jersey de lana lavado en agua caliente y unas arrugas que dan ganas de tirar la camisa. Todo tiene solución, pequeños trucos para pequeños olvidos.
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Has puesto la lavadora y se te ha olvidado poner de nuevo el programa de agua fría, todo se salva menos un jersey que ahora debe ser de la talla 12. Un consejo, pónlo un día entero en un barreño de agua con un litro de suavizante y te sorprenderás del resultado.
Con tanto estrés diario un día planchando nos podemos olvidar levantar la plancha cuando, por ejemplo, estemos hablando por teléfono. Si la prenda tiene un ligero color oscuro frota la zona con una mezcla de agua oxigenada rebajada al 50% junto con un chorro de limón y séca la prenda a la sombra. Si la casi quemadura es muy ligera se quitará por completo.
Nos ponemos las pilas y un día hacemos múltiples tareas en el hogar, sin embargo nos vamos y no tendemos la ropa. Cuando lleguemos a casa y lo hagamos veremos que hay ciertas prendas que sabemos que estando secas tardaremos muchísimo en plancharlas y aún así se notarán las arrugas. Introduce esas prendas recien sacadas de la lavadora en una bolsa y mételas en el congelador, al día siguiente sécalas y verás que el planchado será coser y cantar.
Imagen | caravinagre
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