Por desgracia, no todas las relaciones comerciales llegan a buen puerto y curiosamente el perjudicado siempre es el usuario final, es decir todos nosotros. Estas relaciones empeoran gravemente con los periodos de rebajas.
Cuando tenemos un problema del tipo que sea con alguna empresa, si no conseguimos llegar a un acuerdo en un plazo y tiempo relativamente razonable, lo mejor es interponer una reclamación formal.
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El método para llevar a cabo una reclamación es acercarnos a la Oficina Municipal de información al Consumidor, O.M.I.C. que tengamos más a mano.
En estas oficinas presentaremos un escrito donde expondremos la situación, aportaremos factura de compra, tickets o la documentación que obre en nuestro poder que demuestre la relación comercial. Además, recibiremos asesoramiento legal sobre nuestra situación particular.
El escrito puede ser en modelo formal para ello, o directamente podremos realizar un escrito en donde redactemos claramente todo lo sucedido identificando perfectamente al vendedor y aportando nuestros datos.
Si no disponemos de oficina de la OMIC, también podemos dirigir nuestra reclamación a la Dirección General de Consumo de nuestra comunidad autónoma. En este enlace, tenemos los directorios completos de todas las comunidades.
Algunas reclamaciones que van dirigidas a órganos específicos, como puede ser el sector de telecomunicaciones, banca o seguros. En otra entrada veremos cómo se dirigen las reclamaciones a estos sectores.
Más Información | Directorio oficinas O.M.I.C. Más Información | Directorio Direcciones Generales de Consumo Comunidades Autónomas.