Avalista: Asumiendo más riesgo que un banco

Avalista: Asumiendo más riesgo que un banco
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En varias ocasiones he escuchado historias que desafortunadamente han terminado bastante mal y que contienen la palabra avalista. Mi profesor de Derecho Mercantil, un día en clase, nos lo dejo bien claro: Nunca avaléis a nadie. Pero cuando un buen amigo o familiar te pone en esa tesitura, a veces no sabes como responder.

Tanto en hipotecas, préstamos para un automóvil, para estudios universitarios, etc… En muchas ocasiones es posible que alguien necesite un aval. ¿Y porque lo necesita? Porque el banco valora que la persona que solicita el préstamo tiene una alta probabilidad de no pagarlo. ¿Estas tu dispuesto a hacerle frente?

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Mucha gente tiene la costumbre de no parar a leer las hojas que firma, de pensar que en los bancos te dan el dinero a cambio de nada, que las tarjetas de crédito son gratis, y claro, luego llegan los sustos.

Un avalista es aquella persona que garantiza el pago total o parcial de un préstamo o hipoteca que ha realizado otra persona. Esta obligación solidaria se ve efectiva en caso de que la persona que recibe el préstamo no se haga cargo de la deuda.

Es decir, el banco no se atreve asumir un riesgo, y por eso busca una tercera persona. Así que te debes preguntar, si estás dispuesto a asumir más riesgo que una entidad bancaria.

Ni que decir tiene, que cuando se mezclan una relación personal con una financiera se mezclan intereses, miedos, etc… y se crea una tensión que difícilmente se supera

Desde mi punto de vista hay que saber valorar a quien avalar, y solamente hacerlo en aquellos casos que sabemos, que si el prestatario no va a poder devolver el dinero, no nos va a importar ponerlo a nosotros mismos. Un ejemplo: Un préstamo para los estudios universitarios de nuestros hijos, o para pagar el primer automóvil.  

Foto | B Rosen
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