Si hablamos de ahorro vinculado con el mundo del automóvil, quizá tras plantearnos si realmente necesitamos un coche lo siguiente es preguntarse cuál es la forma más económica de obtener el permiso de conducir.
En los últimos tiempos buena parte del mundo de la autoescuela ha ido evolucionando para adaptarse al ritmo y a las necesidades de los alumnos. Los ordenadores y proyectores han ido sustituyendo a los recursos utilizados tradicionalmente para la enseñanza, y ya son muchos los centros que no se conforman con que el alumno apruebe un mero examen, sino que se implican para conseguir que además ese alumno, el día de mañana, sea un conductor ágil y seguro, respetuoso con las normas de convivencia y con el resto de las personas.
En ese contexto, una de las formas de acceder a los conocimientos teóricos necesarios para la obtención del permiso es la autoescuela on-line. Son ya varias las páginas web que ofrecen soporte para que el alumno pueda formarse en casa, sin desplazamientos y en el momento que más le convenga.
¿Son este tipo de centros una alternativa barata y eficaz?
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Hombre, barato sí que resulta. Algunas de estos sitios web cobran la friolera de 0 euros por usar sus servicios frente a los 100 o 200 que muchas veces te cobra una autoescuela por matricularte en ella. Ojo, que también hay páginas que pretenden cobrarte una cuota mínima por un servicio similar al que ofrecen los demás. Sin embargo, también hay autoescuelas que no cobran matrícula, así que a igualdad de condiciones económicas la cuestión es saber si lo que nos ofrece la enseñanza a distancia sale a cuenta o no.
De los centros virtuales gratuitos que podemos encontrar en la red podemos destacar los siguientes:
Argumentos a favor y en contra
Conste que la cuestión da para un debate con posiciones a favor y en contra. Personalmente, le veo muchas posibilidades al uso de internet para este tipo de enseñanza, pero no se puede negar el valor de la cercanía de un profesor que explica interactuando directamente con su alumnado. En cualquier caso, podemos reconocer varios argumentos para posicionarse a favor y en contra de este sistema.
A favor:
El uso de internet permite que el alumno se plantee sus estudios con completa flexibilidad horaria. 24 horas durante los siete días de la semana dan para mucho.
En contra:
Los sistemas on-line no exigen un compromiso por parte del alumno. Por eso puede darse el caso de que el alumno se relaje excesivamente, tanto en lo que respecta al seguimiento del curso como en lo tocante a su nivel de aprendizaje. Este relajo constituye el primer paso hacia la banalización en todo lo que rodea al mundo del volante.
A favor:
El alumno puede consultar los contenidos una y otra vez sin experimentar la inseguridad que a menudo provoca el hecho de haber preguntado lo mismo en otras ocasiones según el síndrome del “¿pero tú eres tonto o qué te pasa?” que ataca a tantos alumnos que, como consecuencia de él, no consultan sus dudas y acaban fracasando.
En contra:
La despersonalización del sistema hace que el alumno aprenda o no sin que exista un verdadero seguimiento profesional de sus avances. En algunas autoescuelas, sobre todo de pequeño tamaño, es posible realizar un trato muy personalizado, lo que redundará en una formación más ajustada a las necesidades del alumno.
A favor:
Algunas páginas ilustran sus explicaciones con ejemplos que facilitan la comprensión de la materia que explican.
En contra:
Las situaciones que podemos encontrar en la circulación son ilimitadas, y por eso las cuestiones y las dudas se resuelven mucho mejor en grupo, lo que enriquece notablemente el progreso de los alumnos.
A favor:
Es un sistema completamente válido para el aprendizaje tradicional de conocimientos teóricos. El responsable de la página cuelga una información y el alumno la estudia cuando mejor le conviene.
En contra:
La enseñanza tradicional de conocimientos teóricos ha quedado desfasada. En la actualidad resulta más que necesario incidir en todos los aspectos relativos a las actitudes del conductor apelando a la capacidad racional y emotiva del alumno e interactuando con él en todo momento para conocer la evolución de su aprendizaje. Eso se consigue de mejor manera cuando estamos cara a cara.
Conclusión
Este es un debate abierto que admite muchísimas lecturas. Como todo en esta vida, lo importante no es la herramienta en sí, sino el uso que se le dé. Y, la verdad, aunque las autoescuelas on-line están empleando los recursos más actuales, los contenidos con que los usan siguen siendo los de toda la vida.
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